Elegir el compresor de aire portátil adecuado puede resultar abrumador con tantas opciones y factores que tener en cuenta. Pero no se preocupe: estamos aquí para facilitar el proceso y ayudarle a encontrar la solución de aire comprimido ideal adaptada a sus necesidades.
1. Conozca sus necesidades de caudal y presión
Lo primero es lo primero: debe conocer las demandas de sus proyectos y tareas. ¿Cuánto caudal de aire necesita (m³/min [metros cúbicos por minuto] o CFM [pies cúbicos por minuto]), y a qué presión (bares o PSI [libras por pulgada cuadrada])? Estos dos factores son cruciales para determinar si el compresor de aire transportable puede ofrecer un suministro adecuado para sus herramientas y equipos.
Las demandas pueden variar, lo que convierte los compresores de aire transportables que permitan regular sus parámetros de presión con facilidad en toda una revolución. ¿Por qué conformarse con varias unidades cuando es posible hacerlo todo con una sola? Tanto si trabaja con varias herramientas como si simplemente necesita versatilidad, el compresor adecuado debe encajar perfectamente en sus esquemas de trabajo, con independencia de la demanda. Una unidad que permite realizar ajustes sencillos en presión de salida es más versátil y, en consecuencia, más rentable a largo plazo.
2. No renuncie a la calidad del aire
La calidad del aire es otro factor esencial, aunque a menudo se pasa por alto, especialmente en aplicaciones en las que la pureza del aire afecta directamente a la calidad del producto final. Por ejemplo, en la limpieza de tuberías o el chorreo abrasivo incluso las impurezas menores, como la humedad, las partículas de polvo y el calor excesivo en el aire comprimido, pueden causar problemas de consideración, lo que puede dar pie a tiempos de parada (como consecuencia de daños producidos en los equipos) y a que el resultado del proyecto sea deficiente.
Elija compresores de aire transportables con accesorios de tratamiento del aire de buena calidad, como filtros y refrigeradores posteriores. Estos equipos ayudan a eliminar contaminantes y a reducir la temperatura del aire, con lo que protegen sus equipos y garantizan que su trabajo se mantenga impecable. Si sus actividades son particularmente sensibles (por ejemplo, procesado de alimentos o fármacos), no cabe discusión al respecto: debe invertirse en equipos de tratamiento del aire.
3. Tenga en cuenta el entorno de trabajo
De desiertos abrasadores a montañas heladas: su compresor de aire portátil debe estar preparado para soportar diversas condiciones difíciles. Según sus necesidades, deberá buscar máquinas resistentes diseñadas para temperaturas extremas, entornos con abundancia de polvo, humedad elevada o grandes altitudes. Contar con filtros fiables es esencial en entornos con mucho polvo, mientras que las temperaturas extremas requieren diseños robustos para evitar la pérdida de eficiencia y un mayor desgaste. El control de la humedad evita además el óxido, la corrosión y los daños en los componentes sensibles.
No se olvide de la capacidad de transporte: en particular si trabaja en lugares estrechos o zonas de difícil acceso, como túneles, interiores y obras. El compresor adecuado debe ser fácil de trasladar y lo suficientemente compacto para que quepa allá donde se necesite.
4. Vigile las emisiones y el ruido
En el panorama normativo actual, las emisiones y los niveles de ruido son cuestiones cruciales. El cumplimiento de las normas sobre emisiones y las restricciones de ruido es esencial, en particular en zonas urbanas o entornos medioambientales delicados. Si la zona en la que trabaja está regulada estrictamente en lo que a medioambiente respecta, plantéese usar compresores de aire transportables eléctricos o de batería. Estos modelos no producen emisiones localizadas y son mucho más silenciosos que las unidades con motor diésel.
La contaminación acústica es otro asunto relevante, especialmente en zonas residenciales u otros entornos sensibles al ruido. Los compresores con funciones de reducción de ruido, como los modos de funcionamiento de insonorización o bajo nivel de ruido, pueden ayudarle a cumplir con las ordenanzas en materia de emisión sonora y conformar un entorno de trabajo más seguro y cómodo para los operarios y los residentes cercanos.
5. Tenga en cuenta el transporte y la movilidad
Una de las principales ventajas de los compresores de aire transportables es su movilidad, pero la forma y la frecuencia con las que se trasladan pueden influir en su elección. ¿Tiene previsto subirlos en camiones o carretillas con frecuencia? Entonces querrá un modelo con una barra de elevación central equilibrada. ¿Va a desplazarse por carretera a menudo? Necesitará una barra de remolque robusta y fiable, ambas esenciales para evitar accidentes y garantizar la seguridad de manejo.
Las dimensiones y el peso del compresor de aire transportable también son cuestiones de gran relevancia, en particular si se tiene previsto transportar varias unidades. Los modelos más ligeros y compactos reducen los costes y son más fáciles de mover. Si va a usar remolque, consulte la legislación de la zona al respecto; por ejemplo, en Europa es posible remolcar compresores de menos de 750 kg sin licencia especial, lo que los hace idóneos para desplazamientos frecuentes y los convierte en una opción muy cómoda para las empresas de alquiler.