Los secadores son equipos esenciales de su sistema de aire comprimido. Si bien la humedad en la instalación de su compresor es inevitable, los problemas que crea esta humedad aguas abajo pueden ser grandes: desde la contaminación de los productos finales hasta dañar la maquinaria neumática y otros componentes.

Es aquí donde entra en escena un secador de aire. Los secadores son uno de los equipos (junto con los postenfriadores) que ayudan a secar el aire húmedo, protegiendo así su instalación de la invasión de la humedad. Pero, ¿qué tipo de secador de aire comprimido es el adecuado para usted?

Esencialmente, la elección del tamaño correcto del secador debe contemplar el secado del aire a cualquier velocidad que su compresor produzca, para cumplir con los requisitos de su proceso. Cuando se trata de aire comprimido, existen herramientas de cálculo disponibles para establecer con precisión cuál es el secador adecuado, las ventajas o simplemente acceder a una evaluación que determine si es conveniente reemplazar el sistema preexistente. En última instancia, hay seis cosas importantes que definen el calculo para elegir con precisión el secador correcto:

• Flujo de aire máximo en litros/minuto

• Punto de rocío a presión deseado
  

• Presión de entrada de aire

• Temperatura del aire de entrada

• Temperatura del aire ambiente (y temperatura del agua si el condensador está refrigerado por agua)

• Entorno de la instalación del secador

Los secadores desecantes pueden proporcionar un punto de rocío ultra bajo, típicamente alrededor de -40°C. Tener aire en un punto de rocío confiable y predecible puede ser importante para aplicaciones exigentes en industrias como la farmacéutica y el procesamiento de alimentos, así como para aplicaciones que exigen aire de muy alta calidad. Los secadores refrigerantes comunmente alcanzan un punto de rocío de aproximadamente 3°C, pero su costo de adquisición, operación y mantenimiento cuesta menos que los secadores desecantes. Para aplicaciones que requieren aire seco, pero que no requieren un punto de rocío crítico, un secador de aire refrigerado sería una excelente opción.

En general, ¡sí! Especialmente cuando el espacio es limitado y se requiere aire seco, un compresor con secador integrado tiene sentido. Un secador integrado está diseñado para funcionar con el compresor correspondiente. Todo el sistema viene empaquetado en un gabinete que minimiza el espacio requerido, reduce el nivel de ruido operativo y proporciona ahorros en los costos de instalación y mantenimiento.

Puede ser muy importante. Un secador de aire comprimido que no está optimizado para la maximizar su eficiencia puede incrementar fácilmente un 10% a su factura de energía, mientras que un secador de aire comprimido eficiente solo debería impactar en alrededor del 2% como máximo. La tecnología de secado y el tamaño del secador que seleccione deben complementar su caudal de aire comprimido y los requisitos de calidad del aire. Por ejemplo, si su uso de aire comprimido es comparativamente menor, el costo de energía adicional para purgar un secador  secador de adsorción puede compensarse con el menor costo del equipo. Sin embargo, para los procesos con mayor demanda de aire comprimido, la inversión en secadores de purga con calefacción o de soplado se amortiza a través de una mayor eficiencia energética.

En los últimos cinco años, los secadores se han vuelto más pequeños, lo que mejora la utilización del espacio físico. Mejores controladores están mejorando la gestión del sistema. La conectividad avanzada permite la supervisión y el servicio remotos. Sin embargo, el cambio más significativo es el desarrollo continuo de secadores frigoríficos con accionamiento de velocidad variable (VSD). En la mayoría de las operaciones industriales, la demanda de aire comprimido fluctúa, pero un compresor de aire tradicional tiene solo una velocidad: su capacidad total. Si se necesita menos aire, se consume y se desperdicia mucha energía. La tecnología VSD, tanto en compresores de aire como en secadores, ahorra energía al ajustar automáticamente la velocidad del motor para adaptarse a la demanda de aire. En la tecnología de secado esto también asegura un punto de rocío estable constante mientras se ahorra energía.