19 de diciembre de 2023
La certificación ISO 22000 establece una serie de requisitos en materia de seguridad alimentaria que garantizan que los productos fabricados por las empresas adheridas a esta norma no suponen un riesgo para la salud. Para obtener esta certificación, las empresas deben demostrar que tanto sus productos como los procesos, equipos y aplicaciones están bajo control y que no entrañan riesgos alimentarios.
En este artículo explicamos:
Industria alimentaria
La ISO 22000 define algunos conceptos relacionados con la seguridad alimentaria. Por ejemplo:
En líneas generales, la seguridad alimentaria está relacionada con la presencia de peligros transmitidos por los alimentos y es más específica en el punto de consumo.
En ciertas etapas, el producto puede no ser seguro para su consumo. Ocurre, por ejemplo, con la carne cruda o con los productos lácteos-, pero después de un correcto procesado se eliminan los posibles contaminantes y el alimento se vuelve seguro.
La cadena alimentaria engloba desde los productores de piensos y primarios, hasta los fabricantes de alimentos y las tiendas de servicio. Esto incluye las empresas que fabrican equipos para la industria alimentaria, envases, productos de limpieza, adictivos, etc.
Los riesgos para la seguridad alimentaria pueden tener lugar en cualquier etapa de la cadena alimentaria. Y la seguridad en este campo se garantiza mediante un esfuerzo combinado: todas las partes relacionadas e implicadas con la producción alimentaria están involucradas y todas son responsables.
En cuanto a los riesgos para la seguridad alimentaria, la ISO 22000 los clasifica de la siguiente forma: riesgos biológicos, químicos y físicos.
A través de una HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Point), es decir, de un análisis sistemático para prevenir los posibles riesgos, las empresas deben tomar medidas suficientes para controlar y monitorizar los tres tipos de riesgos.
1) Riesgo biológico: es el causado por microorganismos como bacterias, virus, parásitos y moho. A menudo es producto de un fallo o error en una etapa del proceso productivo.
2) Riesgo químico: ocasionado por sustancias o moléculas que pueden estar de forma natural en el producto (derivados de animales o plantas) o que son añadidas intencionalmente al alimento durante el crecimiento o el procesado de este.
Estas sustancias pueden ser consideradas seguras a ciertos niveles y peligrosas en otros; pueden haber contaminado el alimento de manera accidental (productos de limpieza) y causar reacciones en el sistema inmunológico de algunos individuos (alérgenos).
3) Riesgo físico. Producido por sustancias que normalmente no se encuentran en los alimentos y que pueden causar lesiones físicas: astillas de madera, fragmentos de vidrio, partículas metálicas, etc.
En numerosas aplicaciones de la industria alimentaria, el aire comprimido entra en contacto con el producto final (o incluso forma parte del alimento), así que en Atlas Copco nos propusimos alcanzar la certificación ISO 22000 para ofrecer todas las garantías a nuestros clientes.
Y es que la mayoría de los fabricantes de la industria alimentaria de todo el mundo son, cada día más, exigentes con la calidad de origen.
Gracias a la norma ISO 22000, un estándar auditable, los clientes pueden confiar en Atlas Copco como un fabricante de aire comprimido certificado y como un referente en la industria del aire comprimido.
Desde mayo del 2015 Lloyd’s Register certifica que la planta de producción de Atlas Copco en Amberes, Bélgica, cumple con la ISO 22000.
Esta certificación se aplica a la ingeniería y a la producción de compresores exentos de aceite Clase 0 (ZR, ZT, ZE, ZA, ZS, ZH, ZB) y también de los secadores y filtros asociados. Somos el primer fabricante de compresores en recibir esta certificación, un logro del que nos enorgullecemos.
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