Se rumorea que las calderas de vapor son ineficientes, pero la realidad es muy distinta. De hecho, uno de los principales retos a la hora de mejorar la eficiencia de las calderas es que las calderas de vapor modernas ya son extremadamente eficientes. Pero, ¿por qué? Stijn Verstraeten, nuestro responsable de marketing de productos térmicos, le dará la respuesta. ¡Hablemos del vapor!
La energía que entra es la que sale
"La demanda de vapor es enorme: representa aproximadamente el 30 % del consumo energético industrial en todo el mundo", explica Stijn. "Sin embargo, aumentar la eficiencia de la producción de vapor no es fácil, ya que las calderas que funcionan con gas natural o diésel ya tienen una eficiencia de alrededor del 90 %. No hay mucho margen de mejora, pero no es imposible. Si añadimos un economizador, podemos aumentar la eficiencia hasta el 95 %. Así que, en cierto modo, casi toda la energía que entra en una caldera de vapor es la que sale".
¿Calderas de vapor eléctricas o no eléctricas?
La respuesta corta es que depende de la ubicación. Si se comparan las calderas de vapor eléctricas con las de gas natural o diésel, el aumento de eficiencia es relativamente mínimo. Por lo general, utilizar el gas natural para producir calor es más eficiente que convertir el gas natural en electricidad y luego de nuevo en calor, ya que muchos países dependen del gas natural para la generación de electricidad o incluso de fuentes menos eficientes.
Si se utiliza el gas natural para la generación de electricidad, se necesita una central eléctrica de gas natural, una turbina y una red eléctrica desde donde se transfiera la energía a las calderas eléctricas. Se alcanza una eficiencia de aproximadamente el 85 %. Este proceso no es más eficiente que la generación local de calor directamente con gas natural. Claro que en algunos países en los que se utiliza la energía nuclear, por ejemplo, el uso de calderas eléctricas sí tiene un impacto significativo en las emisiones de CO2. El reto en este caso es la enorme capacidad de instalación de energía eléctrica y, por lo tanto, no siempre es fácil lograr la conexión con el punto de uso.
A medida que se produzca la transición energética, los combustibles fósiles seguirán formando parte del proceso. Es nuestra responsabilidad utilizarlos de la forma más eficiente. Mientras tanto, todas las calderas de Atlas Copco Specialty Rental también funcionan con aceite vegetal hidrotratado (HVO) e incluso es posible combinar el HVO con diésel. En este sentido, nuestros nuevos modelos tienen la posibilidad de funcionar con una mezcla del 25 % de hidrógeno combinado con gas natural y, en el futuro, podremos modificarlos hasta el 100 %.
¿Y ahora qué?
"Con Atlas Copco Specialty Rental queremos suministrar vapor con la menor cantidad posible de emisiones de CO2. Añadir economizadores ya no es una opción", comenta Stijn. "Disponer de calderas de vapor con economizadores integrados es algo obvio. Todos los clientes que utilicen una caldera de combustibles fósiles se beneficiarán de una reducción de las emisiones de CO2 del 5 % y de un ahorro en costes de combustible del 5 %".