El uso de oxígeno en la fabricación de vidrio

El oxígeno es altamente reactivo y apoya a la combustión del oxy-fuel para generar una temperatura de aproximadamente 1560 °C. La combinación de las materias primas individuales a alta temperatura formará un vidrio fundido, siendo ésta la fase central de la producción del vidrio. Realmente lo que está haciendo el oxígeno es avivar la llama, mejorando la combustión y permitiendo un ahorro de combustible. El uso de oxígeno va a producir una reacción exotérmica, aumentando la temperatura de la llama.

• La conversión de los sistemas de combustión de aire-combustible a oxi-combustible y la construcción de nuevos hornos y depósitos en torno a esta tecnología, da como resultado un mejor control y una mayor eficiencia de los hornos, que permiten entre un 40-50% de ahorro de consumo de combustible.

• El uso de la oxicombustión reduce el tiempo de fusión. La combustión de aire-combustible provoca un gran aporte de nitrógeno, ya que el aire seco está formado en un gran porcentaje por nitrógeno (78%), mientras que en la oxicombustión reducimos este volumen y vamos a tener una mejor transferencia de calor.

• Reducción de emisiones. Con la incorporación de oxígeno al horno, además de subir la temperatura de la llama, reduce las emisiones de NOX. Los óxidos de nitrógeno (NOX) son dos gases de nitrógeno diferentes: óxido nítrico (NO) y dióxido de nitrógeno (NO2). Todos ellos son gases contaminantes, por lo que las emisiones de NOX han de ser tratadas para evitar su incidencia sobre el medio ambiente, ya que destruyen el ozono estratosférico.

• El uso de la combustión de oxi-combustible aumenta la productividad en un 15-20% frente a la combustión de aire.

• El uso de oxígeno en el horno mejora la cristalización del vidrio.

El proceso actual de fabricación del vidrio es muy similar al que se realizaba en sus orígenes, ya que los materiales principales son los mismos y la fase principal de la fabricación es el proceso de fusión de dichos materiales. Pero en la actualidad, con los nuevos avances en tecnología, nos encontramos: equipos que permiten una fabricación altamente eficiente y mejoras en el producto final gracias al uso de diferentes aditivos.

• El vidrio común se compone de carbonato de sodio, caliza, sílice, alúmina, y aditivos como pueden ser sulfato sódico y cloruro de sodio. También podemos utilizar vidrio reciclado.

• El material se inspecciona visualmente y se almacena en silos, luego se mezcla para producir el lote, se entrega y se almacena en el horno.

• La mezcla se funde en un horno a una temperatura próxima a los 1500 º C, pasando la mezcla de materiales de estado sólido a líquido (vidrio fundido).

• A la salida del horno tenemos unos canales de distribución y el “feeder” nos permite transportar el vidrio fundido a una zona donde se corta en “gotas” de un determinado peso (gobs) y de ahí a la máquina formadora.

• Las gotas de vidrio se introducen dentro de un molde y se soplan para dar la forma deseada. Aquí se utiliza aire comprimido a una presión entre los 2 y 3 bar, aproximadamente.

• Es un proceso de enfriamiento lento y controlado del vidrio formado, para así aliviar tensiones internas residuales provocadas durante el proceso de fabricación.

• Se aplica un revestimiento resistente.

• Cualquier producto que no cumpla con los requisitos establecidos se vuelve a fundir.