Las perforadoras manuales ofrecen varias ventajas operativas decisivas y desempeñan un papel importante en la perforación de orificios en la industria aeroespacial. Sin embargo, las operaciones manuales aumentan el riesgo de errores humanos. Esto se puede solucionar haciendo que el proceso sea lo más fácil posible para el operario. Al seleccionar la herramienta de perforación manual adecuada, la ergonomía hace que la rentabilidad sea excelente.
Un avión moderno está plagado de orificios. Solo en un avión comercial de aluminio de pasillo único, hay aproximadamente 3 millones de orificios y aproximadamente 750 000 de esos orificios se perforan manualmente. Incluso en la era de la automatización, las perforadoras manuales desempeñan un papel importante en el sector de la fabricación aeroespacial, ya que representan aproximadamente el 25 % de todos los orificios perforados. Las perforadoras semiautomatizadas representan el 45 % y las perforadoras totalmente automatizadas representan el 30 % restante.
Las perforadoras manuales proporcionan una flexibilidad, precisión y fiabilidad sin precedentes, características necesarias para tareas de perforación específicas al fabricar un avión. Sin embargo, con las operaciones de perforación manual se corre el riesgo de posibles errores provocados por el ser humano. Ahí es donde la ergonomía entra en la ecuación.
La experiencia de utilizar una perforadora manual
El rendimiento de una perforadora manual depende totalmente de la herramienta y la interacción entre la herramienta y el operario. Se utiliza un sencillo gatillo, palanca o botón para activar el motor de la perforadora. Puede alimentarse mediante electricidad o presión neumática. Estas fuentes de alimentación fiables garantizan un rendimiento constante e ininterrumpido.
Una vez activado el motor, genera un movimiento giratorio que permite que la broca penetre en el material. Mediante el ajuste de los ajustes de velocidad y par, facilitado por la caja de engranajes de la perforadora, el proceso de perforación se puede adaptar a los requisitos específicos de la aplicación. Este nivel de control permite al operario lograr resultados precisos con los más altos niveles de calidad.
Una buena ergonomía supone una gran rentabilidad
Las herramientas de perforación manuales ofrecen los mejores resultados cuando se diseñan pensando en el operario. Los errores humanos en la perforación manual se deben principalmente a una formación incorrecta y a la fatiga del operario. Según la tasa media de “orificios incorrectos” indicados por los empleados del sector aeroespacial, se estima que se puede evitar aproximadamente el 50 % de los orificios sobredimensionados si el operario cuenta con la formación y la herramienta adecuadas para el trabajo.
Una formación adecuada y relevante permite a los operarios determinar si los problemas de producción se deben a fallos relacionados con las herramientas o con las piezas utilizadas en el montaje. Contar con operarios, ingenieros de línea y encargados de control de calidad bien cualificados ayuda de forma significativa a mejorar la productividad y la calidad.
El problema de la fatiga del operario se soluciona garantizando que los operarios dispongan de las herramientas de perforación adecuadas y que estas sean fáciles de usar. La ergonomía de la herramienta de perforación se define por su peso, tamaño, diseño del mango y niveles de sonido. Las herramientas de perforación diseñadas ergonómicamente permiten a los operarios ser más móviles, precisos, productivos y, sobre todo, seguros.
Además, las herramientas de perforación equipadas con funciones inteligentes que proporcionan al operario información operativa continua mejoran el control y la calidad durante todo el proceso de perforación manual. Estas ventajas reducen aún más el número de errores, retrasos y riesgos de orificios sobredimensionados.