Lo que debe considerar antes de comprar un soplador de aire de baja presión

Un análisis exhaustivo de su instalación y aplicación es clave para seleccionar la tecnología adecuada y, sin duda, habrá uno o más aspectos que pueden tener prioridad sobre otros. Por ejemplo, un espacio más pequeño para el soplador de aire puede dictar la elección de una tecnología con una huella más pequeña y niveles de ruido más bajos, mientras que una aplicación que requiere costos de energía más bajos puede ser más adecuada para una tecnología de eficiencia energética que tiene un costo inicial más alto. Los factores clave que deben tenerse en cuenta incluyen:

• Flujo y presión
• Condiciones de aplicación
• Costo de capital inicial vs. mayor ROI
• Niveles de ruido
• Servicio y soporte de por vida
• Fiabilidad
• Eficiencia
• Requisitos de mantenimiento
• Limitaciones de espacio
• Requisitos y costo de instalación

Hay muchos tipos de tecnologías de baja presión disponibles en el mercado, que incluyen lóbulo, tornillo, centrífugo y multietapa. Averiguar cuál es el más ideal para su aplicación puede ser abrumador. A continuación, proporcionamos algunas comparaciones de tecnología que a menudo surgen cuando se compara una tecnología con otra.

Un soplador de lóbulo (también llamado soplador Roots) es una tecnología tradicional y confiable que ofrece un bajo costo de capital inicial. Los sopladores de tornillo, en comparación, ofrecen mayor confiabilidad, alta reducción y eficiencia energética superior para un mayor retorno de la inversión.

Los sopladores multietapa son los mejores para aplicaciones especializadas y ofrecen un rendimiento estándar en la industria. Sin embargo, los sopladores turbo o turbo multietapa son una configuración de tecnología combinada que brinda un rendimiento confiable y líder en el mercado para diferentes demandas de aire con el costo de ciclo de vida más bajo y la máxima eficiencia energética.

Más del 80% del costo del ciclo de vida de un soplador de aire se debe a la energía que consume. Además, la generación de aire comprimido puede suponer más del 40% de la factura eléctrica total de una planta. La selección de una tecnología de variador de velocidad puede conducir a importantes ahorros de energía y, al mismo tiempo, ayudar a proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.