La automatización es clave para los fabricantes de electrodomésticos que buscan superar los retos relacionados con una mayor complejidad de la fabricación causada por ciclos de producción más cortos y una mayor variación de los productos. En un mercado global exigente y altamente competitivo, gestionar la complejidad de forma eficiente ofrece a los fabricantes de electrodomésticos los medios para lograr el éxito financiero y de sus clientes a largo plazo.
Algunos de los retos incluyen la competitividad de los mercados globales y unos ciclos de producción cortos impulsados por una demanda incesante de nuevos modelos y productos. Además, las condiciones del mercado global y local fluctúan y son difíciles de predecir y la preocupación por el medioambiente es cada vez mayor, por lo que la fabricación sostenible es un requisito exigido por los gobiernos y los clientes.
Es evidente que el sector de la fabricación de electrodomésticos es exigente. La gestión de esta serie de retos únicos en el sector requiere innovación, agilidad, nuevos productos más inteligentes y un desarrollo sostenible de la producción. Sin embargo, cuando se logran, las recompensas en términos de productividad y rentabilidad pueden ser significativas. Para aquellos fabricantes de electrodomésticos que consigan gestionar todo esto correctamente, las posibilidades son infinitas.
La promesa de procesos automatizados en la fabricación de electrodomésticos
La automatización es una tendencia clave en la fabricación moderna de electrodomésticos que ofrece mejoras en el control de la línea de montaje, la calidad y la ergonomía del operario. Estas mejoras se traducen a su vez en un mayor retorno de la inversión y una mayor rentabilidad. Se trata de una forma de obtener la calidad de fabricación adecuada desde el principio y a lo largo de todo el proceso de producción.
Mediante la introducción de soluciones y plataformas modulares y estandarizadas de eficacia probada, la automatización hace frente a los retos relacionados con una mayor complejidad de la fabricación de electrodomésticos y la reducción de los márgenes. Este mayor nivel de complejidad viene impulsado por el aumento de la producción mixta y las variaciones de los productos, pero también por la necesidad de aumentar el ritmo de producción debido a la reducción de los márgenes. Se trata de factores que también van acompañados de un mayor riesgo de que se produzcan errores humanos que puedan dar lugar a rectificaciones y retiradas de productos.
La automatización impulsa un proceso de fabricación más escalable y flexible que aumenta el rendimiento y la productividad y reduce el tiempo de adaptación a los cambios en la combinación de productos. Todo ello sin renunciar a un lugar de trabajo ergonómico más sostenible y seguro para los operarios.
La automatización moderna en el sector de la fabricación puede aplicarse a todos los niveles del proceso de fabricación y combina los mejores aspectos de dos mundos: el robótico y el humano. No obstante, no consiste en meras instalaciones tradicionales, como los robots industriales, sino también en cualquier software que pueda ayudar a automatizar la producción.
El valor básico fundamental de un robot reside en su repetibilidad y fiabilidad, mientras que el valor de un operario se basa en la capacidad de adaptarse a los cambios de las necesidades y las condiciones. La automatización y la interacción entre personas y robots van un paso más allá: los robots colaborativos, o cobots, se han desarrollado para trabajar codo con codo con los operarios en entornos de producción. El resultado no es solo la automatización de los procesos de montaje, sino también la autonomía del operario.
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