Aunque los filtros de fibra modernos extraen el aceite de forma muy eficiente, es difícil controlar con precisión la cantidad de aceite que queda en el aire después del filtrado, ya que la temperatura, entre otros factores, tiene un impacto significativo en el proceso de separación. La eficiencia del filtro también se ve afectada por la concentración de aceite en el aire comprimido, así como por la cantidad de agua libre. Los datos indicados en la especificación del filtro siempre se aplican a una determinada temperatura del aire, normalmente de 21 °C. Esto corresponde a la temperatura del aire aproximada de un compresor refrigerado por aire que funciona a una temperatura ambiente de 10 °C. Sin embargo, el clima y los cambios estacionales pueden provocar variaciones de temperatura, que, a su vez, afectarán a la capacidad de separación del filtro.
El aire debe ser lo más
seco posible para conseguir los mejores resultados. El aceite, el carbón activado y los filtros estériles proporcionan resultados mediocres si hay agua libre presente en el aire (las especificaciones del filtro no se aplican en tales condiciones). Los filtros de fibra solo pueden extraer el aceite en forma de gotas o aerosoles. Los vapores de aceite deben eliminarse utilizando un filtro con carbón activado. Un filtro de fibra instalado correctamente, junto con un prefiltro adecuado, puede reducir la cantidad de aceite en el aire comprimido hasta aproximadamente 0,01 mg/m3. Un filtro con carbón activado puede reducir la cantidad de aceite a 0,003 mg/m3.
El carbón activado se produce específicamente para cubrir una superficie interna extensa. El carbón activado puede absorber el 10-20 % de su propio peso en aceite. Un filtro recubierto con polvo de carbón activado, por lo tanto, solo contiene una pequeña cantidad de polvo de carbono. Esto limita su vida útil y su uso está restringido a 20 °C. El filtro de carbón activado granulado contiene una gran cantidad de carbón activado, lo que lo hace más adecuado para muchas aplicaciones (incluso a temperaturas más altas) y aumenta la vida útil del filtro.
En esta vida útil influye la temperatura del aire. A medida que aumenta la temperatura, se incrementa exponencialmente la cantidad de vapor de aceite. Los filtros de carbón activado deben contener la cantidad adecuada de carbono y se deben dimensionar para producir la caída de presión más baja posible. Los filtros de carbón activado solo eliminan la contaminación del aire en forma de vapor y deben estar precedidos por otros filtros adecuados. Para obtener un efecto óptimo, los filtros también deben colocarse lo más cerca posible de la
aplicación en cuestión. Además, deben inspeccionarse periódicamente y reemplazarse con frecuencia.
Un compresor exento de aceite elimina la necesidad de un filtro de aceite. Esto significa que el compresor puede funcionar a una presión de descarga inferior, reduciendo así el consumo de energía. Se ha demostrado en muchos casos que los compresores exentos de aceite son la mejor solución, tanto desde un punto de vista económico como de la calidad del aire.