Todo proceso de compresión de aire tendrá siempre presencia de agua o humedad. Muchas herramientas y equipos, así como procesos y aplicaciones que requieren aire comprimido, no pueden resistir la presencia de este elemento. Agua o humedad en un sistema de aire comprimido puede generar corrosión, lo que arruinaría un equipo; o bacterias, lo que afectaría la calidad del aire.
Teniendo estos factores en consideración, y dependiendo de las aplicaciones de aire que tengamos en nuestra operación, el secado del aire comprimido se vuelve de suma importancia. En este artículo conoceremos más sobre el funcionamiento del secador de aire, los tipos que existen y que criterios considerar para elegir un secador.
¿Cómo funciona un secador de aire comprimido?
Hagamos una comparación para entender la función del secador del aire comprimido. Si la atmósfera fuera una esponja gigante estaría ligeramente mojada, y al estrujarla fuertemente, el agua que contiene caería. Esto mismo ocurre cuando comprimimos el aire. La cantidad de agua que contendrá dependerá de las condiciones de entrada, la calidad del ambiente y la presión. Por ejemplo, en un ambiente caliente y húmedo saldrá más agua del compresor, asimismo, al incrementar la presión, el aire contendrá menos agua – pensando nuevamente en la esponja, si la estrujas más, menos agua contendrá.
El secador es el elemento a cargo de eliminar el agua que resulta del proceso de compresión. El secado de aire comprimido puede hacerse a través de tres métodos distintos:
Tipos de secadores de aire comprimido
Secadores refrigerantes
Estos secadores utilizan el método de enfriamiento y son los más comunes en el mercado. En lugar de enfriar el aire lo “refrigeran” internamente a una temperatura de hasta 3 C°, en la que comienzan a caer y ser recolectadas las gotas de agua. Los secadores refrigerantes son los que se utilizan en la mayoría de los sistemas de aire comprimido para evitar la presencia de agua y corrosión en la instalación, una humedad relativa por debajo del 50% es suficiente para lograrlo. Estos equipos pueden ser enfriados por agua o por aire.
Secadores de adsorción
Estos secadores son utilizados cuando las aplicaciones de aire compromiso necesitan un punto de rocío por debajo de los 0°C, es decir, un aire sumamente seco. En la mayor parte de casos, este secador consiste en dos recipientes (como torres) bajo presión, uno al lado del otro. Ambas torres están llenas de cuentas desecantes higroscópicas. El aire comprimido pasa por uno de los recipientes mientras que las cuentas retienen la humedad. Cuando las cuentas están saturadas, el aire pasa a la segunda torre, mientras que la primera torre comienza a regenerarse. Cuando la segunda torre está saturada, el aire regresa a la primera, empezando el ciclo de regeneración.
Secadores de adsorción de tambor rotativo
Este secador es una variante del de dos torres. Se trata de un solo recipiente en donde no hay cuentas, sino un tambor. Este tambor es una estructura tipo panal en donde el material de adsorción está impregnado. El tambor rota a baja velocidad, unas cuantas rondas por hora, utilizando ¾ de su capacidad para secar el aire, mientras el ¼ restante se regenera con aire comprimido caliente. El punto a favor de este tipo de secador es que no tienen válvulas de cambio, sino un solo motor eléctrico y el tambor rotativo como únicos elementos en movimiento. No hay necesidad de filtrar el aire antes de que ingrese al secador y, debido a que el material activo está impregnado en el tambor, tampoco hay necesidad de un filtro de salida. Este secador tampoco necesita un sistema separado de enfriamiento lo que, sumado a sus otras características, lo convierten en un secador con un reducido consumo de energía.
Secadores de membrana
Un secador de membrana consiste en tubos poliméricos con permeabilidad selectiva. Esto significa que la humedad va a través de la carcasa del tubo, mientras que el aire comprimido se queda dentro del tubo. Una parte del aire comprimido seco es enviado fuera de los tubos para remover la humedad de la atmósfera. El desempeño de este tipo de secador se define por la temperatura y humedad del aire al ingresar. No entregan un punto de rocío fijo en la salida, pero un punto de rocío de supresión. Estos secadores tienen estructuras simples y confiables, y requieren de poco mantenimiento. Su único punto en contra es que utiliza aire comprimido seco (cerca de un 25%) en su proceso de regeneración.
¿Cómo elegir un secador de aire comprimido?
La elección del secador y el método de secador dependerá de que tan “seco” necesita que sea el aire comprimido para su aplicación. En ese sentido, un factor importante a considerar es el punto de rocío, parámetro bajo el cual se mide la “sequedad” del aire.
Para aplicaciones estándar de aire comprimido, donde es suficiente con evitar el agua libre y la corrosión en la red de aire, un secador refrigerante será la solución más energéticamente eficiente y confiable.
Para una instalación más demandante, que requiera un cierto punto de rocío negativo, el secador de adsorción es la solución ideal. El aire más seco suele ser requerido en aplicaciones en donde éste entra en contacto con el producto final -por ejemplo, la industria alimentaria o minería- y cualquier partícula extraña presente podría comprometer la calidad del mismo.
Si no está seguro de la calidad de aire que su operación necesita, consulte con un especialista de aire comprimido que le pueda brindar la asesoría necesaria para la elección de su próximo secador de aire.