Hay mucho más de lo que se percibe a la hora de perforar un orificio destinado a la industria aeroespacial. Los orificios vienen en todos los tamaños y formas, y hay diversas técnicas y equipo de perforación para crearlos correctamente. Aquí tiene una guía sobre el mundo de los orificios, que es mucho más complejo de lo que imagina, y cómo perforarlos correctamente.
No es fácil perforar un orificio para una aplicación en la industria de fabricación aeroespacial. Por el contrario, es una tarea complicada en la que los diferentes materiales, condiciones operativas y requisitos técnicos se unen para constituir un desafío serio. Debido a esto, los orificios vienen en todos los tamaños definidos por varios parámetros, incluyendo su diámetro, longitud y tolerancia. El diámetro del orificio se refiere a la anchura del orificio, mientras que la longitud, definida por el grosor del material, es la distancia entre los dos lados del material. La tolerancia hace referencia a las desviaciones máximas y mínimas aceptables del tamaño deseado del orificio.
Aparte del tamaño, los orificios también vienen en todas las formas. Hay orificios rectos, cónicos, piloto y temporales, todos ellos definidos por su forma. Los orificios rectos son cilíndricos y tienen el mismo diámetro en toda su longitud. Los orificios cónicos, por otro lado, tienen un diámetro mayor en un extremo y un diámetro menor en el otro. Los orificios piloto son orificios con un diámetro pequeño que se perforan antes de perforar el último orificio para guiar la broca. Y finalmente, están los orificios temporales, que están diseñados para rellenarse o taponarse después de su uso.
Procesos de perforación adecuados
La elección del proceso de perforación adecuado es crucial para lograr el orificio deseado y correcto. El proceso de taladrado más común consiste en que una broca entre axialmente en la pieza de trabajo para cortar un agujero ciego o pasante con un diámetro igual al de la herramienta. Las brocas helicoidales son las más utilizadas para perforar orificios, pero se pueden utilizar otros tipos de brocas, como las brocas escalonadas y las sierras de corona, para orificios más grandes o con formas irregulares.
El escariado es un proceso que se utiliza para ampliar un orificio existente al diámetro de la herramienta y obtener un acabado más suave. Elimina solo una pequeña cantidad de material y normalmente se realiza después del taladrado para lograr un diámetro más preciso y un acabado interno más suave. El roscado es el proceso en el que las roscas internas se cortan en un orificio existente. El orificio existente suele perforarse con el tamaño de macho de roscar necesario que se adapta al macho deseado.
El remachado y avellanado son procesos utilizados para agrandar la parte superior de un orificio existente. El remachado se realiza después de la perforación para proporcionar espacio para que la cabeza de un perno o un tornillo quede a ras con la superficie de la pieza, mientras que el avellanado se utiliza para tornillos y permite que el tornillo se asiente a ras con la superficie de la pieza sin sobresalir.
Algunos consejos finales
Con tantos parámetros variables que cumplir, no es sorprendente que pueda ser difícil conseguir un orificio completamente perfecto a la primera. En realidad, no es raro que requiera varios procesos de perforación secuenciales uno tras otro para lograr el orificio final y totalmente preciso. Al comprender los diferentes procesos de perforación y sus áreas de aplicación específicas, y combinarlos con las herramientas adecuadas para el trabajo, estará en pleno camino para crear el orificio perfecto. Al primer intento.