Cinco factores a tener en cuenta a la hora de decidir entre un motor neumático o un motor eléctrico
Sopesando las opciones
La elección de la herramienta adecuada para un trabajo específico es de vital importancia para cualquier aplicación industrial de éxito. Sin embargo, tomar la decisión correcta también puede suponer un reto difícil. De hecho, hay diversos factores a considerar a la hora de decidir entre motores eléctricos y motores neumáticos.
Si se enfrenta a esta decisión, tiene suerte: Atlas Copco dispone de una guía completa para seleccionar el motor adecuado para cualquier aplicación industrial.
Al intentar escoger el mejor motor para sus necesidades, hay cinco factores clave que debe tener en cuenta.
Número uno: requisitos de par
El par es una de las medidas más importantes en lo que respecta al mundo de las aplicaciones industriales. Por esta razón, los motores neumáticos son opciones excelentes y dinámicas. El diseño de los motores neumáticos permite que los operarios puedan ajustar la salida de par para que se ajuste a los requisitos de par exactos de una aplicación. En caso de que el motor neumático se sobrecargue, la presión del aire simplemente aumentará hasta que se desvíe y se satisfagan las necesidades. Este proceso no provoca daños en el motor. Básicamente, los motores neumáticos son más versátiles y pueden cargar dinámicamente el par para cumplir con los estándares de aplicación exactos.
Por el contrario, los motores eléctricos tienen salidas de par fijas. Aunque algunos motores eléctricos se pueden adquirir con varios ajustes de velocidad, los operarios no pueden ajustar las salidas de par de los motores según sus necesidades. Si un motor eléctrico se sobrecarga y un disyuntor no puede aliviar la carga, es probable que el motor falle antes de tiempo y necesite ser sustituido.
Número dos: peso del motor
También es importante tener en cuenta que en muchos casos un motor juega un papel importante en el peso total de una aplicación. Por ejemplo, el peso de un mezclador viene determinado, en gran parte, por el peso del motor. Teniendo esto en cuenta, está claro que el peso de un motor importa y que los motores eléctricos suelen pesar más que sus homólogos neumáticos.
Los motores neumáticos de Atlas Copco tienen una elevada relación potencia/peso, lo que significa que nuestros motores se proporcionan una elevada potencia a las aplicaciones industriales sin aumentar significativamente el peso de la aplicación.
Número tres: necesidades de control de velocidad
Los motores neumáticos pueden proporcionar velocidades variables y precisas mediante el ajuste de la válvula de control de aire. Si bien las opciones de control de velocidad variable pueden estar disponibles para ciertos motores eléctricos, esto aumenta significativamente el coste total del motor. Por este motivo, si su aplicación requiere control de velocidad variable por cualquier motivo, es probable que los motores neumáticos sean su mejor opción.
Número cuatro: eficiencia energética y costes
Una de las mayores diferencias entre motores neumáticos y motores eléctricos es la eficiencia energética. Una desventaja de los motores neumáticos es que son menos eficientes que sus alternativas eléctricas. Esto se debe al hecho de que la presión de aire, que sirve como suministro de energía en los motores neumáticos, se pierde en diferentes puntos de los conectores, codos y tubos necesarios para el funcionamiento de los motores neumáticos. En algunos casos, esta pérdida de presión de aire puede significar que menos del 20 % de la entrada total de energía de un motor de aire se convierta en energía utilizable para su aplicación.
Las diferencias de coste entre los motores eléctricos y neumáticos van de la mano de las diferencias en cuanto a eficiencia. Si se comparan los costes de funcionamiento de unidades de motor neumático y de motor eléctrico del mismo tamaño, para la misma cantidad de horas de trabajo y con mismo coste de energía, el funcionamiento de un motor eléctrico puede ser 1000 dólares estadounidenses más barato al año.
Número cinco: entorno operativo
El entorno donde se va a utilizar el motor es otro factor importante a tener en cuenta a la hora de decidir entre motores eléctricos y neumáticos. Muchos entornos son potencialmente peligrosos para los motores eléctricos. Aunque existen motores eléctricos a prueba de explosiones, el ajuste hermético entre las piezas necesario para garantizar la integridad de la carcasa a prueba de explosiones puede provocar la acumulación de humedad por condensación. Esta humedad puede ser corrosiva para un motor eléctrico con piezas móviles.
Los motores neumáticos son una gran elección cuando se trabaja en entornos difíciles y peligrosos porque utilizan aire comprimido como fuente de energía y no generan chispas eléctricas. Los motores neumáticos de Atlas Copco, por ejemplo, están disponibles en versiones a prueba de explosiones y con certificación ATEX, perfectas para entornos en los que chispas o temperaturas elevadas podrían causar la ignición de gases explosivos, vapor o polvo. Los motores neumáticos a prueba de explosiones a menudo también cuestan menos que su equivalente eléctrico. Por último, los motores neumáticos pueden funcionar de forma segura y óptima en entornos húmedos o corrosivos, lo que los convierte en una opción de peso si la aplicación industrial requiere motores que funcionen bien en cualquier circunstancia ambiental.
El factor decisivo
Cada aplicación industrial es única y solo usted puede determinar qué factores son los más determinantes a la hora de elegir entre motores neumáticos y motores eléctricos. Cada una de las categorías mencionadas es digna de consideración, pero el orden de importancia de cada factor es específico de cada aplicación.
Los motores neumáticos son ventajosos en entornos operativos especialmente peligrosos, cuando las aplicaciones deben mantenerse ligeras y cuando una aplicación requiere una salida de par dinámica y un control de velocidad variable.
Por el contrario, los motores eléctricos son ventajosos si su prioridad es maximizar la eficiencia energética y minimizar los costes operativos. Por último, considerar cuidadosamente los méritos de cada tipo de motor y las necesidades de su aplicación industrial específica le ayudarán a decidir si un motor eléctrico o un motor neumático es el adecuado para su aplicación.