Sector de la construcción

Las herramientas y los equipos neumáticos se utilizan para realizar múltiples operaciones en el sector; por ejemplo: la rotura, el serrado o la perforación. Los compresores forman parte de estas tareas, pero no existe un solo tamaño que sirva para todos y las especificaciones y los requisitos de presión de aire varían en función de la aplicación (por ejemplo, el chorreado de arena superficial requerirá criterios de rendimiento diferentes a los de la perforación geotérmica para trabajos pesados). Lograr un rendimiento óptimo y una producción continua, a la vez que se minimizan los costes de mantenimiento, suele representar un desafío clave para el sector de la construcción. La contaminación acústica, las emisiones de carbono, la maquinaria pesada y la necesidad de un funcionamiento fiable –incluso en temperaturas extremas y condiciones adversas– son factores que complican aún más la situación.

El suministro de energía también es un requisito muy común cuando se trata de operaciones de construcción. Las soluciones híbridas, una combinación entre los sistemas de almacenamiento de energía y los generadores de energía, ayudan a reducir el consumo de combustible y las emisiones de CO₂ in situ, lo que tiene un impacto significativo en la productividad general de los proyectos. Las torres de iluminación (solares, eléctricas o diésel) a menudo se ven iluminando estas operaciones, garantizando la seguridad y prolongando la jornada laboral. Además, cuando se trata de aplicaciones de drenaje de agua, las bombas sumergibles eléctricas y las unidades de superficie están listas para funcionar cuando un proyecto se ve afectado por una inundación inesperada.

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