En los últimos años, el coste de la energía ha aumentado drásticamente. Esto hace que muchas empresas cuestionen la rentabilidad de su sistema de aire comprimido y busquen formas de reducir el consumo y aumentar la eficiencia energética dentro de su planta o instalación. Para averiguar cómo aumentar la eficiencia, el sistema necesita una evaluación o una auditoría. Echemos un vistazo a ambas opciones y averigüemos cuál es la que mejor se adapta a su sistema de compresores.
¿Cuál es la diferencia entre la evaluación y la auditoría de un compresor?
El coste es normalmente la principal diferencia entre los dos, ya que una simple evaluación del aire comprimido puede ser gratuita, mientras que una auditoría en profundidad puede costar miles de dólares y tardar semanas o meses en completarse, en función del tamaño de la instalación y del resultado deseado. Las empresas pueden ser reacias a realizar una auditoría del aire debido a los costes asociados con dichos servicios, pero los resultados finales pueden compensar con creces la inversión inicial. Es importante comprender que las ventajas de las evaluaciones y las auditorías no acaban en la reducción de los costes energéticos, sino que también mejoran la eficiencia global de la producción y afectan positivamente a los resultados finales. No todas las instalaciones necesitan un análisis o auditoría completos del aire comprimido, ya que a veces una simple evaluación general puede satisfacer las necesidades y ofrecer un ahorro sustancial de energía. Echemos un vistazo a todas las opciones para comprender mejor qué servicio se adapta a sus necesidades y ofrece un resultado satisfactorio.
Evaluación general del aire comprimido
La evaluación general del aire comprimido es la forma más sencilla y rentable de comprender mejor el estado del sistema de aire comprimido. Este tipo de auditoría no requiere registradores especializados ni hardware, y puede hacerla un profesional de ventas de productos de aire comprimido. El proceso consta de controles visuales y se realiza en el lado del suministro o sala de compresores, así como en el lado de la demanda o planta de producción. Algunas de las comprobaciones visuales incluyen la inspección del compresor, el secador, la filtración y los purgadores de condensado, así como el sistema de tuberías y su configuración.
Durante dicha evaluación, el profesional de productos de aire comprimido puede hacer una prueba de tiempo de carga/descarga en un compresor para identificar rápidamente la eficiencia y la utilización de la unidad. Basándose en los resultados, se puede descubrir la necesidad de una auditoría más amplia para identificar la mejor solución para aumentar la eficiencia y reducir los costes energéticos. A menudo, una simple evaluación permite identificar posibles fugas de aire o una configuración incorrecta de las tuberías, y ofrece recomendaciones sobre el ajuste de la presión para reducir los costes energéticos. La mayoría de los fabricantes de aire comprimido ofrecen una evaluación del sistema de aire comprimido sin costes, algo muy útil para comprobar la eficacia y eficiencia del sistema. El principal objetivo de una evaluación del aire comprimido es entender por completo el sistema y realizar pequeños ajustes según sea necesario con el fin de maximizar la eficiencia.
Auditorías del aire y registro de datos
La mayoría de las evaluaciones son suficientes para hacernos una buena idea del sistema de aire comprimido, pero estos procesos también pueden revelar la necesidad de una auditoría del aire, que con frecuencia implica el registro de datos. Las auditorías del aire utilizan registradores de datos para medir la corriente (amperios) y están diseñados para proporcionar una instantánea de la utilización del aire comprimido en un sistema determinado. Para recopilar la información necesaria, los registradores de datos se conectan al compresor de aire durante un mínimo de 7-14 días para observar y registrar las tendencias y la fluctuación de la demanda tanto durante los días de diario como los fines de semana. Los resultados de dichas auditorías pueden proporcionar información útil sobre el consumo real de aire comprimido durante un periodo de tiempo, identificar los picos y valles en la demanda de aire y ayudar a identificar formas de mejorar la eficiencia global del sistema. Además, los datos de una auditoría del aire pueden identificar y aconsejar cómo dimensionar correctamente un compresor de aire para las necesidades actuales. Si hay una gran fluctuación de la demanda en un sistema determinado, se podría ofrecer un compresor de aire de accionamiento de velocidad variable (VSD) como solución para obtener el máximo ahorro de energía y optimizar el conjunto de las operaciones del sistema de aire comprimido. Además de ayudar a dimensionar correctamente un compresor de aire, las auditorías también pueden identificar fugas, especialmente cuando la producción está interrumpida durante la noche o el fin de semana. En función del tamaño de la fuga y del compresor de aire, los costes del aire comprimido malgastado pueden suponer miles de dólares al año. Según la ubicación o región, algunas compañías eléctricas locales ofrecen a sus clientes beneficios en forma de un reembolso monetario por elegir un compresor de aire VSD para reemplazar su sistema existente. Esto normalmente se calcula sobre el tamaño del compresor de aire y se ofrece por kW o CV. Póngase en contacto con un profesional local de ventas de productos de aire comprimido para averiguar si su empresa podía optar a dicho incentivo. Las auditorías del aire suelen tener un coste asociado con el servicio y pueden parecer engorrosas, pero los beneficios de conocer su sistema de aire comprimido y tener la capacidad de implementar los cambios necesarios superan con creces los problemas iniciales.
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