Razones por las que es esencial secar el aire comprimido

Todo el aire atmosférico contiene cierta cantidad de vapor de agua. Imagine su entorno de trabajo como una esponja que retiene la humedad. Si la exprimiéramos, habría un exceso de agua. Lo mismo ocurre cuando el aire se presuriza rápidamente, y por ello se requieren equipos para conseguir aire comprimido seco.

Puesto que se producen cambios rápidos de temperatura durante el proceso de compresión a temperaturas elevadas, se genera vapor de agua. Este nivel de humedad se denomina punto de rocío a presión (PRP), que se explica más detalladamente en este artículo.

Para evitar posibles problemas, como el aumento de los costes de mantenimiento y las paradas, es importante secar el aire comprimido con un refrigerador posterior y un equipo de secado.

Entre los riesgos de no eliminar el vapor de agua se incluyen la corrosión, los microorganismos y el aumento de la humedad en entornos húmedos. Estos factores no solo afectan al ciclo de vida de un compresor de aire, sino también a la calidad general de la producción.

Como descubrirá en este artículo, el condensado contiene más que agua. Cuando se seca el aire comprimido, los contaminantes se eliminan en el proceso. Si su aplicación requiere aire limpio, es esencial utilizar una instalación de secadores adecuada.

Siga leyendo para obtener más información sobre las distintas soluciones disponibles, incluidos los refrigeradores posteriores integrados.

Algunos compresores de aire llevan integrados un refrigerador posterior para eliminar hasta el 70 % de la humedad. Esto es ideal para la mayoría de las aplicaciones y facilita el proceso de secado.

Sin embargo, si trabaja en un entorno húmedo o en una aplicación que requiera el aire más seco posible, querrá añadir un secador. La elección del equipo adecuado depende de las necesidades y del espacio.

El aire atmosférico contiene más vapor de agua a altas temperaturas y menos vapor a temperaturas más bajas. Esta fluctuación afecta a la concentración de agua cuando el aire está comprimido.

Por ejemplo, un compresor con una presión de 7 bar, una capacidad de 200 l/s y una temperatura de 20 ˚C con una humedad del 80 % libera 10 l/hora de agua. Como resultado de esta precipitación en las tuberías y los equipos conectados, pueden producirse problemas. Para evitarlo, se debe secar el aire comprimido.

Además de un refrigerador posterior integrado, puede optar por equipos de secado integrados o independientes. A la hora de buscar la mejor solución, debe prestar atención al punto de rocío a presión de su entorno.

Obtenga más información sobre la elección del secador adecuado para su aplicación y los secadores específicos -Refrigeradores posteriores -Secadores frigoríficos -Sobrecompresión -Secado por absorción y adsorción (secadores de adsorción) -Secadores de membrana.

A la hora de elegir un secador, normalmente encontraremos dos tipos principales: secadores frigoríficos y secadores de adsorción. La elección del modelo más adecuado para usted depende de la instalación, el presupuesto y la aplicación.

Los secadores frigoríficos, que son la opción más rentable, son adecuados para la mayoría de las aplicaciones que requieren aire a alta presión. Como se deduce de su nombre, estos equipos funcionan mediante la refrigeración del aire. Este proceso de secado se produce a través de las tuberías conectadas a un compresor de aire.

Estos secadores tienden a alcanzar niveles de punto de rocío de 2 ˚C a 10 ˚C y son bastante eficientes energéticamente. Además, los gases refrigerantes utilizados en los equipos más recientes limitan el calentamiento global en la medida de lo posible.

Si busca una solución de aire comprimido seco más robusta, los secadores de adsorción son la mejor solución. Aunque el coste inicial de la inversión es superior al de los secadores frigoríficos, son más eficientes energéticamente y suministran aire más limpio.

Los secadores de adsorción funcionan mediante un proceso químico que se adhiere al aire húmedo, lo que elimina el vapor durante la producción. Como resultado, estos secadores pueden alcanzar un punto de rocío a presión de -40 ˚C.

Dado que este equipo requiere menos electricidad que un secador frigorífico, el coste operativo es mucho menor.

El punto de rocío a presión (PRP) se utiliza para describir el contenido de agua en el aire comprimido. Se trata de la temperatura a la que el vapor de agua se condensa en forma de agua. Los valores bajos de PRP indican pequeñas cantidades de vapor de agua en el aire comprimido.

Al evaluar diferentes secadores, cabe destacar que el punto de rocío atmosférico no se puede comparar con el PRP. Por ejemplo, un PRP de +2 ˚C a 7 bar equivale a una presión atmosférica de -23 ˚C. También es importante comprender que el uso de un filtro para eliminar la humedad no es eficaz.

Esto se debe a que la refrigeración adicional conduce a una precipitación continua de agua de condensación. Para seleccionar el tipo de secador adecuado, deberá conocer el PRP. Teniendo en cuenta los costes, cuanto menor sea el punto de rocío requerido, mayor será la inversión.

Existen cinco técnicas para conseguir aire comprimido seco: refrigeración y separación, sobrecompresión, membranas, secado por absorción y secado por adsorción.

Junto con el secado del aire surge la necesidad de manejar los residuos cuando se separa el aire seco de los vapores y los lubricantes. En la siguiente sección se ofrece más información sobre este tema.

Cualquier persona que utilice un sistema de aire comprimido (utilizando la tecnología de inyección de aceite) debe saber cómo eliminar el condensado. Cuando el vapor se libera de un compresor de aire, contiene partículas de aceite que no son visibles a simple vista. Por esta razón, es importante seguir las directrices medioambientales.

La eliminación incorrecta no solo es perjudicial para el planeta, sino que también podría incurrir en una multa y dañar su reputación como empresa responsable. Existen muchas normas relativas a la eliminación de residuos, que se señalan claramente en los centros de reciclaje.

Seguir estas directrices es fácil. Eche un vistazo a su equipo de aire comprimido para comprobar dónde se vacían los purgadores de condensado. Lo ideal es que estas tuberías estén conectadas a un separador de aceite/agua y luego a un desagüe.

Si van directamente a un desagüe al suelo o un depósito de plástico estándar, considérelo una señal de advertencia. Los separadores de aceite/agua son muy fáciles de instalar. Tenga en cuenta que las normas cambian de un país a otro, por lo que es importante comprobar los requisitos locales.