16 de enero de 2023
Una planta de reciclaje o de clasificación de residuos es una instalación que combina procesos manuales y automáticos, teniendo como objetivo el separar las partes que se puedan recuperar de los materiales usados o abandonados y el prepararlas para su posterior comercialización. Si bien es cierto que se puede recuperar un gran número de materiales (papel, plásticos, metal, madera, vidrio, textil, etc.), nos vamos a detener en este artículo en las plantas de reciclaje de aparatos electrónicos dónde se manipulan computadoras, impresoras, refrigeradores, entre otros.
El producto final del reciclaje de los componentes electrónicos es de alta calidad, obteniendo granulados que pueden ser reutilizados en la producción de nuevos equipos. Por ejemplo, si hablamos del reciclaje de los tableros de circuitos de los viejos aparatos eléctricos, nos encontramos con que sus elementos de cobre, oro, plata y paladio son particularmente valiosos.
¿Cómo funciona una planta de reciclaje de componentes electrónicos?
En primer lugar, mediante un procedimiento manual se eliminan los materiales peligrosos como son: las baterías, el aceite, el plomo y los tóneres.
A continuación, una gran trituradora reduce el equipo a reciclar en fracciones de material y en elementos individuales.
Por otro lado, el cobre y los materiales ferrosos son separados, mediante sistemas magnéticos, de las fracciones no ferrosas y plásticas, las cuales serán separadas posteriormente.
Uso del nitrógeno en plantas de reciclado de componentes electrónicos
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¿Dónde se utiliza el nitrógeno?
- En el proceso de trituración: En la cámara de trituración es imprescindible mantener el nivel de oxígeno lo suficientemente bajo para eliminar el riesgo de explosión durante la trituración, por lo que es importante el uso de un gas inerte, como es el nitrógeno, para eliminar el oxígeno presente, creando una atmósfera inerte sin riesgo de explosión. Este tipo de plantas requieren de una monitorización de nivel de oxígeno, de tal forma que si se detecta una subida del mismo, automáticamente se añada el gas inerte. De esta forma se garantiza la ejecución de todo el proceso con total seguridad.
- En la regeneración de los agentes refrigerantes: Los nuevos refrigerantes son más respetuosos con el medio ambiente que los antiguos CFC (freón), son más inflamables y requieren de una atmósfera inerte para recuperar la mayor cantidad posible de gas refrigerante.
- En el reciclaje de las placas de circuito impreso: Para recuperar los materiales preciosos presentes en las placas de circuito impresos se utiliza un horno de pirólisis. La pirólisis es la descomposición química de un material debido a las altas temperaturas. Una vez trituradas las placas de circuito impresas, éstas se exponen a altas temperaturas en el horno sin presencia de oxígeno, vaporizándose las partes plásticas, mientras que las piezas de metal precioso se funden. Esta separación solo puede realizarse en un entorno con un bajo nivel de oxígeno, ya que en presencia de oxígeno las tarjetas simplemente arderían.
¿Pureza del nitrógeno?
La mejor forma de calcularla es comprobar qué gases inflamables se consideran en el proceso, buscar su MOC y aplicarle un factor de seguridad 2. (Definimos MOC* como la concentración de oxígeno por debajo del cual la combustión no es posible, independientemente de la concentración). Reducir la concentración de O2 por debajo del MOC previene la explosión y el MOC depende del material.
En la mayoría de los casos hablamos de purezas del 95% y en algunos casos extremos donde hay presencia de hidrógeno un 98%.
Caso de éxito
Uno de los principales fabricantes, a nivel mundial, de plantas de reciclado de componentes electrónicos, placas de circuito impresos y frigoríficos, ha confiado en Atlas Copco para el suministro de nitrógeno necesario en planta, para poder realizar sus trabajos de reciclaje con total seguridad, sin riesgo de explosión o incendio.
La instalación cuenta con un generador de nitrógeno NGP240+, compresor, secador, filtración y depósitos.