12 de abril de 2023
Emplear nitrógeno en lugar de aire comprimido al pintar con spray aporta ventajas significativas, desde un mejor acabado hasta notables ahorros de pintura.
El ”spray painting”, o pintura en spray, es una técnica de pintura en la que un dispositivo rocía un revestimiento, que puede ser una tinta, un barniz, una pintura sobre una superficie que se quiere tratar o pintar. En la mayoría de las industrias este dispositivo es una pistola pulverizadora que puede ser utilizada de manera manual o automática mediante robots de pintura.
La técnica de pintura en spray es utilizada en numerosas industrias y en especial en la industria automovilística y sus proveedores. Existen gran cantidad de diferentes técnicas de pintura en spray, la mayoría de las cuales utilizan un gas para rociar la pintura.
Uso del nitrógeno en aplicaciones de pintura en spray
Trabajan hasta con 500 bar de presión para atomizar la pintura. Son utilizadas en algunas aplicaciones de la industria pesada del sector marino y del sector químico. Su utilización es baja debido a su baja eficiencia.
Es el método más básico. Al apretar el gatillo de este tipo de pistola pulverizadora, la pintura se mezcla con el aire comprimido y una capa fina de pintura es pulverizada sobre la superficie a tratar.
Este método es muy similar al método tradicional. Se pulveriza la pintura con aire, a una presión más baja, y se utiliza un mayor volumen de aire para poder propulsar la pintura.
Como resultado, una mayor proporción de pintura llega a la superficie que queremos pintar. Se cubre mejor la superficie a tratar y se evita un exceso de pulverización sin tener que aplicar tantas capas. Esto lleva a un menor consumo de pintura y a una menor contaminación del aire.
Método similar al anterior, pero aquí además de utilizar una presión más baja, se utiliza un menor volumen de aire para aplicar la pintura.
Con este método se intenta mejorar la eficiencia disminuyendo el consumo de aire comprimido, obteniendo el mejor recubrimiento posible con el menor gasto de aire comprimido.
Con esta técnica se añade un paso más al proceso de pintura para así mejorar la eficiencia.
Mediante el uso de una pistola electrostática, las partículas de pintura atomizada se cargan eléctricamente y salen de la boquilla de rociado repeliéndose entre sí. Esto va a dar como resultado una distribución más uniforme.
El que la carga de las partículas de pintura sea negativa o positiva, va a depender de la carga del objeto pintado, ya que las cargas de la pintura y de la superficie a pintar han de ser opuestas para que el objeto atraiga a la pintura.
Este método da como resultado una capa más uniforme y un mayor porcentaje de adhesión de la pintura al objeto a tratar.
Al utilizar aire comprimido en el proceso de pintura en spray, la humedad del aire se mezcla con la pintura, y afecta negativamente al resultado final. Por otro lado, la presencia de oxígeno en el aire hace que éste reaccione con la pintura y como resultado las moléculas de pintura cambian de tamaño al contraerse o expandirse. Esto significa que el operador no puede tener un control total del rango de pulverización de la pintura.
El nitrógeno, al ser un gas seco e inerte, elimina la humedad presente en el aire, y por otro lado, elimina el oxígeno, evitando que éste reaccione con la pintura y cambie sus características. Incorporando el uso de un gas inerte, como es el nitrógeno, al proceso de pintura en “spray”, vamos a obtener un acabado más uniforme, una mejor aplicación del producto.
El uso de nitrógeno en el proceso ayuda a pintar significativamente más rápido, disminuyendo los tiempos de secado, reduciendo los ciclos de trabajo, y permitirá ahorrar en pintura (entre un 15 y un 20%), ya que ésta es aplicada de un modo más uniforme.
Para aprovechar al máximo una instalación de pintura en aerosol con nitrógeno, se debería incluir una pistola electrostática, que hará que el porcentaje de pintura que se adhiera al objeto aumente considerablemente y por otro lado también sería beneficioso el utilizar un calentador de nitrógeno. Al calentar el nitrógeno obtendrás una menor viscosidad del producto y esto permite reducir el uso de disolventes y mejorará la eficiencia de la aplicación.
Emplear nitrógeno en la aplicación de pintura en “spray” aporta ventajas significativas, desde un mejor acabado hasta notables ahorros de pintura. Las empresas que poseen su propia fuente de nitrógeno ahorran costos, controlan la pureza sin renunciar a la calidad y ayudan a proteger el medioambiente.
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Generador de nitrógeno in situ de Atlas Copco
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