¿Qué es un depósito de aire?

Un depósito de aire se utiliza para almacenar el aire comprimido antes de que entre en un sistema de tuberías o en un equipo neumático. Sirve de amortiguador entre el compresor y la fluctuación de la presión provocada por el cambio de la demanda.

Los requisitos de aire comprimido pueden variar debido a diversos factores tales como el proceso, la hora del día, el patrón de turnos o la demanda inusual. Un depósito de aire proporciona almacenamiento para satisfacer los picos breves de demanda de aire que el compresor no puede satisfacer solo. Un depósito de aire ayuda a garantizar un suministro predecible de aire comprimido incluso cuando la demanda varía.

Una buena regla general es permitir de 3 a 4 galones del volumen del depósito por cada cfm (o de 10 a 15 litros por cada litro/segundo) de aire comprimido. Esto puede variar en función del tipo de compresor de aire y de aplicación.

El uso de un depósito de aire permite que los compresores de velocidad fija (carga/descarga) funcionen con un ciclo más largo y con bandas de presión más ajustadas, lo que reduce el consumo de energía. Hacer funcionar el compresor durante menos ciclos, pero más largos, permite prolongar su vida útil.

Aunque un compresor con accionamiento de velocidad variable adapta la producción de aire a la demanda, el compresor se detendrá si las cargas son muy bajas. Ese es el motivo por el que se necesita un compensador. El depósito de aire para un compresor de velocidad variable puede tener un tamaño más pequeño que el necesario para un compresor de velocidad fija.

Un depósito de aire puede mejorar la seguridad de los procesos, ya que proporciona un suministro de aire que permite detener de forma segura los sistemas y los procesos de producción en caso de emergencia.

Algunos compresores de aire de pequeño tamaño se montan directamente sobre el depósito, con el compresor literalmente fijado en la parte superior del depósito de aire. Este tipo de instalación reduce las dimensiones del sistema de aire, lo cual es preferible cuando el espacio es limitado. Los compresores de aire más grandes (> 35 CV o 26 kW) no son adecuados para montarse sobre el depósito, ya que la parte superior del conjunto sería demasiado pesada y podría suponer un riesgo para la seguridad.

En los sistemas de aire sin secador de aire, la humedad se acumulará dentro del depósito de aire. Esta humedad debe drenarse regularmente para evitar la corrosión del depósito de aire, que se obstruyan las tuberías, que se dañe el equipo neumático y que empeore la calidad de tu producto o del proceso. Un depósito de aire debe drenarse al menos una vez al día y con más frecuencia si el compresor funciona a plena carga durante todo el día. Un purgador de flotador, un purgador con temporizador o una válvula de purga electrónica pueden realizar la tarea automáticamente. Pregunta a un profesional del sistema de aire sobre el depósito de aire más adecuado para ti.