Afortunadamente, existen diferentes métodos de tratamiento del aire y distintos tipos de secadores, filtros de aire y separadores de agua que pueden encargarse del trabajo. Ayudan a reducir con eficacia el contenido de humedad y a lograr la calidad del aire de instrumentación necesaria.
Sin embargo, con tantas opciones, elegir un equipo adecuado para el tratamiento del aire que también reduzca el consumo de energía, los costos operativos y la inversión necesaria, puede resultar una tarea desalentadora.
Para comenzar este proceso, lo primero es conocer tus requisitos, es decir, la cantidad de aire y el tipo de calidad que necesitas. Debes tener en cuenta que, aunque tu aplicación no requiera una clase concreta, deberás considerar seriamente el tratamiento del aire, ya que con él protegerás tus sistemas de las partículas de agua y la corrosión.
Si no está seguro de la cantidad que necesitas, puede hablar con un especialista para explicarle tu demanda y los equipos que utiliza actualmente. Si no sabes qué calidad es la mejor en tu caso, consulta el siguiente cuadro, en el que se muestran las diferentes clases de calidad del aire de acuerdo con la ISO 8573-1 (ed. 2010). Esta norma indica el nivel de contaminación permitido por partículas sólidas, agua y aceite en las diferentes clases.
La importancia del punto de rocío para la calidad del aire de instrumentación
Aunque los niveles de contaminación por partículas sólidas y aceite son evidentes, el nivel de agua probablemente requiera una aclaración adicional para profanos en la materia. En este caso, la calidad del aire viene determinada por el punto de rocío a presión (PDP). Cuanto menor sea el PDP, menor será la humedad del sistema y mejor será la clase ISO 8573-1.
El punto de rocío a presión es la temperatura a la que el vapor de agua se condensa y se convierte en agua a la presión de trabajo actual, es decir, describe el contenido de agua del aire comprimido.
Conocer el PDP permite elegir el equipo de secado y el método de secado óptimos. Con algunas técnicas y tecnologías no es posible alcanzar los puntos de rocío a presión más bajos. Sin embargo, puede que no sea necesario hacerlo, y por eso es tan importante conocer tus requisitos y la calidad del aire de control que necesitas.
La importancia de las condiciones ambientales para la calidad del aire de instrumentación
También hay otra variable que a menudo se pasa por alto: las condiciones ambientales.
En primer lugar, cuanto más se enfríe el aire, más condensado se acumula. Por lo tanto, si el aire ambiente que se está comprimiendo está muy caliente, tendrás que gastar más energía y utilizar mejores equipos para lograr el PDP necesario.
Uso de las condiciones ambientales para encontrar el PDP adecuado
Las condiciones ambientales también se pueden utilizar para calcular el PDP necesario (o para encontrar la solución adecuada si no se define un PDP concreto).
Para ello, debes consultar la norma ANSI/ISA-7.0.01-1996 y utilizarla como guía. Se trata de un estándar de reconocimiento mundial que rige los diferentes elementos de la calidad del aire de instrumentación, incluida la relación entre las condiciones ambientales y el PDP mínimo necesario para el aire de instrumentación.
En concreto, indica que el punto de rocío a presión (medido en la salida del secador) debe estar al menos 10 °C (18 °F) por debajo de la temperatura más baja a la que esté expuesta cualquier parte del sistema del instrumento. Además, el PDP no debe superar los 4 °C (39 °F) a la presión de la línea.
En el siguiente gráfico se muestra la relación entre la temperatura ambiente y el PDP, y puede utilizarse como guía.
Como se muestra en el gráfico anterior, una de las primeras cosas que debe hacer es asegurarse de que la temperatura ambiente a la que está expuesto tu equipo de aire comprimido sea lo más baja posible.
Sin embargo, aunque no tenga un PDP específico, es importante recordar que reducir la humedad siempre beneficia al sistema, ya que reduce la corrosión y evita la formación de gotas de agua libres que podrían dañar el equipo de aire comprimido y los productos finales.
Una vez que hayas calculado su PDP, nuestros expertos podrán hacer su trabajo y aconsejarte sobre qué equipo y qué método utilizar para lograr la calidad del aire de instrumentación objetivo y hacerlo de forma eficiente.