¿Cómo se eliminan los contaminantes del aire comprimido?

Para limpiar el aire comprimido, el aire debe ser lo más seco posible. El agua libre en el aire evita que algunos filtros funcionen de forma óptima. Una forma eficaz de secar el aire es utilizando un refrigerador posterior. 

Tras la compresión, el aire comprimido del compresor está caliente, normalmente a una temperatura entre 70 y 200 °C. Se utiliza un refrigerador posterior para reducir esta temperatura, lo que a su vez también disminuye el contenido de agua. 

Un refrigerador posterior es un accesorio estándar para el filtrado de agua en una instalación de compresores, que debe colocarse siempre directamente después del compresor. Los refrigeradores posteriores pueden estar refrigerados por aire o por agua y, por lo general, están equipados con un separador de agua que drena el agua recogida del sistema.

La mayoría de las instalaciones de compresores están equipadas con un refrigerador posterior y un separador de agua para separar la mayor cantidad posible de agua de condensación del aire comprimido. Si se elige el separador de agua adecuado y su tamaño correcto, se puede lograr una eficiencia del 80-90 %. El resto del agua fluye con el aire comprimido, en forma de agua nebulizada, hacia el depósito de aire.

La filtración es un paso fundamental en el tratamiento del aire. Sin embargo, hay varios factores que pueden afectar al proceso de separación, lo que dificulta el control de la cantidad de aceite que queda en el aire.

La eficiencia del filtro de aceite se ve afectada por los siguientes elementos:

• Temperatura del aire 

• Concentración de aceite en el aire comprimido 

• Cantidad de agua 

Las especificaciones del producto suelen indicar la temperatura del aire concreta a la que funcionan los filtros. Por lo tanto, compruebe la temperatura del aire ambiente y elija un filtro que funcione a esa temperatura. El clima y los cambios estacionales pueden hacer que las temperaturas fluctúen, lo que afectará a la capacidad de separación del filtro. A medida que aumenta la temperatura, la cantidad de vapor de aceite también se incrementará exponencialmente. 

Merece la pena comprobar qué tipo de contaminantes debe filtrar y, a continuación, elegir un filtro adecuado. 

Los filtros de fibra modernos extraen el aceite de forma muy eficiente y se utilizan para compresores de aire. Sin embargo, los filtros de fibra solo pueden eliminar el aceite en forma de gotas o aerosoles, mientras que el vapor de aceite debe eliminarse con un filtro de carbón activado. 

Tenga en cuenta que un filtro de fibra instalado correctamente y un prefiltro adecuado pueden reducir la cantidad de aceite hasta aproximadamente 0,01 mg/m3. Un filtro con carbón activado puede reducir significativamente la cantidad de aceite a 0,003 mg/m3.

El carbón puede absorber entre el 10 y el 20 % de su peso en aceite. Un filtro recubierto con polvo de carbón activado tiene una vida útil limitada y solo puede funcionar a temperaturas bastante bajas. En cambio, los filtros de carbón activado granulado contienen mucho más carbón activado, lo que aumenta la vida útil del filtro y permite que este funcione a temperaturas más altas.

Los filtros de carbón activado solo eliminan el vapor y deben estar precedidos por otros filtros adecuados. Para obtener un efecto óptimo, los filtros también deben colocarse lo más cerca posible de la aplicación en cuestión. Además, deben comprobarse periódicamente y sustituirse con frecuencia; lo recomendable es hacerlo una vez al año. Esto también depende en gran medida del uso que se haga del compresor y de la cantidad de agua y aceite que se elimine.

Para filtrar el aceite del agua, el aceite en forma de gotas se separa parcialmente en un refrigerador posterior, un separador por condensación o una toma de condensación, y fluye a través del sistema con el agua de condensación. Esta emulsión de aceite y agua se clasifica como aceite de desecho y no se debe verter en el sistema de alcantarillado ni directamente en la naturaleza. El drenaje de la condensación y su recogida son complejos y costosos. Una solución fácil y rentable para este problema consiste en la instalación de un separador de aceite/agua para producir agua de drenaje limpia y drenar el aceite en un depósito especial.

El aceite que contamina el aire suele proceder de los lubricantes utilizados para poner en marcha el compresor de aire. La elección de un compresor exento de aceite eliminará la necesidad de un filtro de extracción de aceite. Se trata de la mejor solución para garantizar la calidad del aire y la mejor opción desde un punto de vista económico, ya que reduce el consumo de energía.