La captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) es un concepto que está cobrando fuerza en numerosos mercados industriales. Al capturar y comprimir el CO₂, podemos ayudar a reducir las emisiones de los procesos de hidrocarburos tradicionales, y seguidamente almacenarlo o reutilizarlo de otras maneras.

El CO₂ se puede capturar aplicando oxicombustible o procesos de precombustión y poscombustión mediante procesos basados en aminas o membranas. Una vez capturado el CO₂, se puede reutilizar como materia prima para diversos procesos (por ejemplo, en la industria química/petroquímica). Además, al comprimirlo a niveles supercríticos (sCO₂), se puede utilizar como líquido de trabajo. 

CO₂ supercrítico

El CO₂ también se puede convertir en un líquido de trabajo para muchos procesos en los que predominan los hidrocarburos, ya que al comprimir el dióxido de carbono más allá de su punto crítico, las fases de gas y líquido se vuelven idénticas. Además, contamos con experiencia en la compresión originada a partir del gas y a partir del líquido, alcanzando condiciones supercríticas.