Los equipos neumáticos de una instalación determinan la presión de trabajo requerida. La presión de trabajo correcta no solo depende del compresor, sino también del diseño del sistema de aire comprimido y de sus tuberías, válvulas, secadores de aire comprimido, filtros, etc. Cada tipo de equipo puede necesitar una presión diferente dentro del mismo sistema.
¿Cómo calculamos la presión de trabajo para el equipo de aire comprimido?
Normalmente, el valor de presión más alto determina la presión de la instalación y para los otros equipos se instalarán válvulas reductoras de presión en el punto de consumo. En casos más extremos, este método puede ser antieconómico y la solución podría ser un compresor independiente para atender las necesidades especiales. También se debe tener en cuenta que la caída de presión aumenta rápidamente a medida que aumenta el caudal. Si cabe esperar un cambio en el consumo, es razonable en términos económicos adaptar la instalación a estas condiciones.
Los filtros, especialmente los de polvo, tienen una caída de presión inicial baja, aunque se obstruyen con el tiempo y se reemplazan a la caída de presión recomendada. Este factor se tendrá en cuenta en el cálculo. La regulación del caudal del compresor también provoca variaciones de presión y, por lo tanto, también se debe incluir en la evaluación.
Puede ser conveniente realizar los cálculos siguiendo este ejemplo: son principalmente los puntos de consumo y la caída de presión entre estos y el compresor los que determinan la presión que el compresor tendrá que producir. La presión de trabajo se puede determinar sumando la caída de presión en el sistema, como se muestra en el ejemplo anterior.
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