Conceptos básicos sobre la capacidad del secador de aire comprimido
¿Cómo se selecciona el secador de aire comprimido adecuado?
La humedad es uno de los principales “enemigos” del aire comprimido, y lo es por dos razones:
- Cuando se comprime el aire ambiente, la humedad no desaparece, lo que significa que siempre hay mucha más humedad en el aire comprimido sin tratar que en el aire que nos rodea.
- La humedad por sí misma puede provocar daños en el sistema de aire comprimido, en los equipos situados aguas abajo y en los productos finales, por ejemplo, debido a la corrosión. Además, también puede favorecer la proliferación de microorganismos, como las bacterias, que pueden tener efectos devastadores en las operaciones de muchas industrias, como el sector de la alimentación y las bebidas.
Sin embargo, con una tecnología de secado adecuada podrá eliminar estos riesgos y proteger su sistema de aire comprimido, sus equipos y sus productos finales.
Conozca sus requisitos de calidad del aire antes de elegir un secador de aire comprimido
La humedad del aire comprimido debe tratarse siempre como un problema potencial que, como mínimo, puede reducir la vida útil del equipo de aire comprimido.
Sin embargo, hay muchos casos en los que hay que cumplir ciertas normas de calidad del aire. La mayoría de las veces son normas específicas del sector. Siempre que el aire comprimido vaya a entrar en contacto con productos delicados, como son los alimentos y bebidas, los medicamentos o los componentes electrónicos, debe ser especialmente puro para evitar que se estropeen, corroan, etc.
Si no cumple las normas, no solo le impondrán sanciones, sino que también podría tener que parar la producción, desechar productos, retirar productos o incluso problemas más graves.
Por eso, el primer paso del tratamiento del aire es averiguar qué nivel de calidad del aire necesita o debe cumplir en su aplicación. Para ello, deberá consultar la norma ISO 8573-1 (ed. 2010), el estándar internacional de calidad del aire más importante. La norma se divide en siete clases de calidad del aire que ayudan a determinar lo limpio que debe estar.
Cálculo del punto de rocío a presión
Para saber cuál es la clase de pureza del aire que debe utilizar en su aplicación, primero tiene que calcular el punto de rocío a presión (PDP) del aire comprimido que necesita.
Esta medida corresponde al contenido de agua del aire comprimido. Específicamente, el PDP se refiere a la temperatura a la que el vapor de agua se condensa y se convierte en agua a la presión de trabajo actual.
Para eliminar esa humedad es necesario utilizar un secador. Sin embargo, como son muchas las tecnologías que tenemos a nuestra disposición, ¿cuál debería elegir para proteger sus procesos de producción y sus productos?
Una vez que conozca la pureza del aire necesaria y su PDP, podrá decidir cuál es el equipo y el método de secado óptimos para su actividad.
Y si no está seguro de la calidad del aire que debe cumplir en su aplicación, si no sabe cómo calcular su PDP o si tiene alguna otra pregunta, también puede ponerse en contacto con nosotros. Su representante de ventas local estará encantado de ayudarle.
La mejor forma (y la más sencilla) de elegir la tecnología de secado óptima para su actividad es determinar cuáles son los requisitos de punto de rocío de su aplicación.
Por ejemplo: si es inferior a 3 °C (37,4 °F), probablemente necesitará un secador de adsorción. Con este tipo de secador, el aire que contiene humedad pasa por un desecante, que podría ser miles de cuentas diminutas o nuestro revolucionario desecante sólido Cerades™, que absorbe y retiene la humedad.
Si los requisitos de punto de rocío son menos estrictos, seguramente bastará con un secador de refrigerante. Como su nombre indica, estos secadores utilizan refrigerante para eliminar la humedad del aire comprimido.
En general, cuanto más bajo sea el punto de rocío, más energía se consume para alcanzarlo, lo que obviamente afecta a los costes operativos.
Esta es también la razón por la que todos nuestros secadores están diseñados para ser extremadamente eficientes desde el punto de vista del consumo energético. Por ejemplo, como el calor es una consecuencia de la compresión, algunos de nuestros secadores de adsorción utilizan ese calor como fuente de energía para reducir los costes.
Este proceso de recuperación del calor permite alcanzar puntos de rocío de hasta -40 °C/°F sin añadir una cantidad excesiva de energía.
Obviamente, los secadores de adsorción también se pueden utilizar para aplicaciones que requieren un punto de rocío más alto y en las que bastaría con un secador de refrigerante.