22 de diciembre de 2025
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El aire comprimido es esencial para la industria moderna. Sin el, las fábricas se detendrían, los trenes se pararían y los barcos quedarían a la deriva. Pero no todo el aire comprimido es igual. Su calidad depende de dónde y cómo se utilice. En la producción alimentaria y farmacéutica, el aire debe estar completamente limpio para proteger los productos y a los consumidores. En otras industrias, como la automoción o la construcción, el enfoque se centra en la fiabilidad y la vida útil de las herramientas neumáticas.
Aquí es donde entra en juego la norma ISO 8573-1:2010. Es la norma internacional que define las clases de pureza del aire comprimido. La norma clasifica la calidad del aire en función de la concentración de tres tipos principales de contaminantes:
Partículas sólidas como polvo, óxido o microplásticos que pueden dañar los equipos y contaminar los productos.
Agua, en forma líquida o de vapor, que puede causar corrosión, obstrucciones y crecimiento microbiano.
Aceite, presente en forma de líquido, vapor o aerosol, que puede dañar los procesos sensibles y poner en peligro la seguridad en sectores como el alimentario y el sanitario.
Al establecer límites claros para cada una de estas categorías, la norma ISO 8573 ayuda a las empresas a elegir el equipo de tratamiento adecuado (filtros, secadores y separadores) para lograr el nivel de pureza que requieren sus aplicaciones.
Comprender el sistema de clasificación es crucial por dos razones. En primer lugar, algunas industrias están obligadas legalmente a cumplir estrictos estándares de calidad del aire, y el incumplimiento puede dar lugar a multas o paradas de producción. En segundo lugar, cuanto mayor sea el nivel de pureza, más costosa y energéticamente intensiva será su producción. Conseguir el equilibrio adecuado no solo garantiza la conformidad y la seguridad de los productos, sino que también ayuda a reducir los costes y el impacto medioambiental.
¿Qué es la norma ISO 8573-1:2010?
Para aquellos que no están familiarizados con los sistemas de aire comprimido, elegir el nivel adecuado de pureza del aire puede parecer complicado. Diferentes industrias exigen estándares diferentes, y contaminantes como la humedad, el polvo y el aceite afectan al rendimiento a su manera. Para que las cosas sean comparables en todo el mundo, se creó la serie de normas ISO 8573.
Publicada por primera vez en 1991 y revisada en 2010, la norma ISO 8573-1:2010 establece las reglas para la pureza del aire comprimido. La actualización refinó el sistema de clasificación y los métodos de prueba para adaptarse a las necesidades modernas de la industria, garantizando que la calidad del aire se pueda medir de forma coherente en todas partes.
La serie consta de nueve partes. La norma ISO 8573-1 define las clases de pureza, mientras que las otras partes cubren métodos de prueba para aceite, agua, partículas, gases e incluso microorganismos. Juntos, proporcionan un marco completo para evaluar la calidad del aire comprimido.
En la norma ISO 8573-1, la pureza del aire se clasifica por tres grupos de contaminantes: partículas sólidas, aguay aceite. Cada grupo tiene varias clases, con números más bajos que significan aire más limpio. Por ejemplo, los límites de partículas de la clase 1 son extremadamente estrictos, mientras que los niveles de agua de la clase 9 permiten hasta 10 g/m³. El aceite oscila entre tan solo 0,01 mg/m³ en la clase 1 y 5 mg/m³ en la clase 4.
Este sistema ayuda a las empresas a seleccionar el equipo de filtración y secado adecuado para sus necesidades. Evita costes innecesarios a la vez que garantiza la conformidad, la seguridad de los procesos y la fiabilidad a largo plazo.
Explicación de las clases de pureza ISO 8573-1
La norma ISO 8573-1:2010 utiliza un sistema de clases de pureza para definir la calidad del aire comprimido. Estas clases cubren tres categorías de contaminantes: partículas, agua y aceite. Cada categoría tiene su propia escala de clases, con números más bajos que indican aire más limpio y límites más estrictos. Este sistema de numeración facilita la comparación de requisitos entre sectores.
Por ejemplo, las clases de pureza más altas son esenciales en sectores como la electrónica, la alimentación y la industria farmacéutica. Los niveles de pureza medios se suelen utilizar en la fabricación general, mientras que las clases más bajas son suficientes para herramientas neumáticas básicas.
Tabla general
Al saber cómo se define cada clase ISO, puede seleccionar el nivel de filtración adecuado para su sistema, evitando costes innecesarios y garantizando una pureza del aire constante. Consulte la siguiente tabla para obtener una visión general rápida de las clases de pureza.
Nota:
Mientras que la norma ISO 8573-1 define varias clases de pureza, la Clase 0 merece una mención especial. En la terminología de Atlas Copco, la Clase 0 siempre se refiere al aire producido por un compresor exentode aceite, no a lograr un menor contenido de aceite a través de etapas de filtración adicionales. Esta distinción garantiza un verdadero aire exento de aceite en origen, lo que reduce las necesidades de mantenimiento y el riesgo de contaminación en aplicaciones sensibles.
Partículas sólidas (clases P)
La norma ISO 8573-1 define las clases de partículas (P) en función del número y el tamaño de los contaminantes sólidos en un metro cúbico de aire comprimido. Estas partículas pueden incluir polvo, óxido, polen o residuos de desgaste de las tuberías.
Clase 1: pureza muy alta, tamaño máximo de partícula ≤ 0,1 μm y recuento de partículas extremadamente bajo. Se usa en entornos críticos como la fabricación de semiconductores, la producción farmacéutica y las aplicaciones médicas, donde incluso las partículas microscópicas pueden causar defectos o contaminación.
Clase 2-3: filtración moderada, tamaño de partícula de hasta 1 μm (clase 2) o 5 μm (clase 3). Común en alimentación y bebidas, procesamiento químico e ingeniería de precisión donde el aire limpio evita la contaminación del producto y el desgaste del equipo.
Clase 4-6: filtración mínima o inexistente, tamaño de partícula de hasta 15 μm (clase 4), 40 μm (clase 5) o superior. Normalmente significa que no hay ningún filtro instalado, lo que no se recomienda para herramientas neumáticas o cualquier equipo sensible, ya que las partículas pueden causar abrasión y fallos prematuros.
Contenido de agua (clases W)
Las clases de agua (W) se determinan por el nivel de humedad del aire comprimido, medido a través del punto de rocío a presión o, en clases superiores, por el contenido de agua líquida.
Clase 1:punto de rocío a presión ≤ −70 °C. Se utiliza en entornos ultracríticos, como la fabricación de semiconductores, la producción farmacéutica y la electrónica de alta precisión, donde incluso las trazas de humedad pueden causar defectos.
Clase 2-3: punto de rocío a presión entre −40 °C y −20 °C. Común en el procesamiento de alimentos y bebidas, plantas químicas y aplicaciones médicas donde la baja humedad evita la contaminación y la corrosión.
Clase 4-5:punto de rocío a presión entre +3 °C y +7 °C. Típico para uso industrial general, como automoción, fabricación de metales y embalaje, donde una sequedad moderada es suficiente para proteger herramientas y equipos.
Contaminación por aceite (clases O)
Las clases de aceite (O) incluyen tanto aerosoles como formas de vapor de aceite que pueden entrar en el sistema desde compresores lubricados o el entorno circundante.
Clase 0: consiga la máxima pureza posible, 100 % exenta de aceite, de acuerdo con los estándares de Atlas Copco. Esencial para industrias con los requisitos de pureza más estrictos.
Clase 1: permite un máximo de 0,01 mg/m³, requerido en industrias como la alimentaria, la de bebidas o la sanitaria.
Clase 2-3: hasta 0,1 mg/m3, utilizada a menudo en procesos industriales generales.
Clase 4-5: hasta 1 mg/m³ y 5 mg/m³, respectivamente, suficiente para aplicaciones neumáticas menos exigentes.
Cómo especificar la calidad del aire comprimido
Al definir la calidad del aire comprimido requerida, es importante especificarla de acuerdo con la norma ISO 8573-1:2010. La norma utiliza un código de tres partes que indica la clase de pureza elegida para las partículas (P), el agua (W) y el aceite (O). Por ejemplo, un requisito de calidad del aire de 2.4.1 significa Clase 2 para partículas, Clase 4 para agua y Clase 1 para aceite. Este formato evita malentendidos entre proveedores, operadores e inspectores al hacer que el requisito sea sencillo y preciso.
La especificación de la calidad del aire comprimido comienza con la comprensión de la aplicación. Industrias como la farmacéutica, la alimentaria y la electrónica a menudo requieren clases más estrictas, mientras que la fabricación general o las herramientas de taller pueden trabajar con clases intermedias. También es importante equilibrar la pureza con el coste: la producción de aire muy limpio requiere filtración, secado y consumo de energía adicionales. Definir solo el nivel de pureza realmente necesario ayuda a garantizar la conformidad, la seguridad del proceso y la eficiencia energética.
Elección del tratamiento de aire comprimido adecuado
Una vez que conozca la clase ISO de aire comprimido requerida, el siguiente paso es elegir el equipo de tratamiento de aire adecuado. Los filtros y secadores funcionan juntos para eliminar todos los contaminantes principales: partículas, agua y aceite, garantizando que la calidad del aire cumpla con sus especificaciones ISO 8573-1.
- Los filtros de partículas eliminan el polvo, el óxido y otros sólidos, lo que ayuda a lograr la clase de partículas (P) correcta.
- Los filtros coalescentes capturan aerosoles de aceite y agua, así como partículas finas, lo que garantiza que se cumplan tanto las clases de aceite (O) como de partículas.
- Los filtros de carbón activado eliminan el vapor de aceite, los olores y los hidrocarburos, necesarios cuando se necesita aire muy puro, como en la producción alimentaria o farmacéutica.
- Los secadores reducen el contenido de humedad (clase W) bajando el punto de rocío a presión.
Los secadores frigoríficos son ideales para uso industrial general.
Los secadores de adsorción proporcionan aire extremadamente seco para entornos sensibles o de baja temperatura.
Por ejemplo, el filtro coalescente UD+ de Atlas Copco tiene la clasificación [1:-:2], lo que significa que garantiza la eliminación de partículas de clase 1 y la eliminación de aceite de clase 2. El guión indica que no trata el agua, por lo que se necesitaría un secador o separador si también fuera necesario controlar la humedad.
Al diseñar su sistema, haga coincidir siempre los filtros y secadores con su código ISO 8573-1 objetivo.
Esto garantiza la conformidad, protege su equipo y evita costes energéticos y de mantenimiento innecesarios.
Es de vital importancia para el usuario que el aire comprimido sea de la calidad correcta.
Aplicaciones y requisitos de la industria
- Producción de alimentos y bebidas: requiere una calidad del aire de clase 1:2:1 para evitar la contaminación.
- Productos farmacéuticos: requiere la clase 1:2:1 para procesos críticos en los que los contaminantes podrían comprometer la calidad del producto.
- Industria textil: el aire de clase 4:4:3 suele ser suficiente para la maquinaria textil, lo que garantiza un funcionamiento eficiente e ininterrumpido.
- Herramientas industriales: las herramientas neumáticas en la fabricación general suelen funcionar bien con una calidad del aire de clase 3:4:4 para evitar el desgaste o el mal funcionamiento.
Nota:
La pureza de la norma ISO 8573-1 se expresa como [partículas: agua: aceite].
Por ejemplo, «Clase 1:2:1» significa:
- Clase 1 para partículas
- Clase 2 para agua (punto de rocío alrededor de -40 °C)
- Clase 1 para aceite (≤ 0,01 mg/m³)
Los requisitos reales varían según el proceso, el clima y el tipo de compresor.
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¿No está seguro de qué clase ISO cumple o debe cumplir actualmente su sistema de aire comprimido? Una mala calidad del aire puede dañar los equipos, poner en peligro los productos y aumentar los costes operativos.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es un ejemplo de aire de clase 3?
El aire de clase 3 permite un nivel moderado de contaminación. Para las partículas, esto significa hasta 90 000 partículas en el rango de 0,5-1 micras por metro cúbico. Para el agua, la clase 3 corresponde a un punto de rocío a presión de -20 °C, y para el aceite, permite hasta 1 mg/m3. Esta calidad suele ser adecuada para uso industrial general donde la pureza absoluta no es crítica.
¿Cuál es la importancia de las normas de calidad del aire ISO 8573-1?
La norma proporciona una forma universal de definir y medir la pureza del aire comprimido. Sin ella, los fabricantes y los usuarios no tendrían una referencia común sobre lo que significa «aire limpio». La norma ISO 8573-1 garantiza la seguridad, la calidad del producto y la fiabilidad del equipo, a la vez que ayuda a las empresas a evitar gastos excesivos en purificación innecesaria.
¿Cuál es la clase de calidad del aire ISO 8573 más limpia?
El nivel más limpio es la Clase 0, que es más estricta que la Clase 1 y suele ser definida por el usuario o el fabricante para aplicaciones altamente sensibles. Se usa cuando incluso el más mínimo rastro de contaminación podría poner en peligro la seguridad o la calidad del producto, como en el envasado de productos farmacéuticos, electrónicos o alimentarios.
¿Qué significa ISO 8573-1:2010 [1,2,1]?
Este código muestra las clases de pureza requeridas para cada grupo de contaminantes: Clase 1 para partículas, Clase 2 para aguay Clase 1 para aceite. Significa que el aire debe estar extremadamente limpio en términos de partículas sólidas y aceite, con aire moderadamente seco para agua.
¿Con qué frecuencia deben sustituirse los filtros de aire comprimido?
La sustitución de los filtros depende de las condiciones de funcionamiento, pero, como norma general, la mayoría de los filtros deben cambiarse cada 12 meses o después de 4000-8000 horas de funcionamiento. En entornos adversos con mucha contaminación, puede ser necesario cambiarlos con más frecuencia. Seguir el programa de mantenimiento del fabricante ayuda a mantener la conformidad con la clase de filtro de aire requerida y garantiza un rendimiento fiable.
Este artículo se actualizó en octubre de 2025; se publicó originalmente en junio de 2021.