La fabricación de turbomaquinaria personalizada es un proceso difícil. Todas las piezas tienen que encajar y funcionar juntas, pero esto se hace en un entorno controlado: el taller.

El reto es aún mayor cuando la máquina se envía y llega al emplazamiento, ya que el proceso de montaje es el primer paso crítico fuera del entorno controlado.

Nuestro experto personal de servicio de campo se asegura de que su máquina se instale en el emplazamiento con la misma precisión y cuidado con los que se ha ensamblado. Esto requiere una buena gestión, unos conocimientos profundos y una dilatada experiencia.

Tras la instalación de la máquina y la alineación de los tubos de alimentación y los accionamientos, llega la hora de la primera puesta en marcha. Los puntos de ajuste y las líneas de bombeo no están definidos todavía. Como es típico en las instalaciones personalizadas, este paso se llevará a cabo durante la puesta en marcha. En otras palabras, la máquina aún no ha instalado su propio sistema de protección, lo que hace que esta sea una fase crítica que requiere una manipulación cuidadosa.

Nuestros expertos ingenieros de puesta en marcha le ayudarán en este paso e instalarán su máquina para que esté completamente operativa. Con sus profundos conocimientos de la máquina y de sus controles, se aseguran de que su funcionamiento no solo sea seguro, sino que también funcione con los mayores niveles de rendimiento.